—¿Qué estás haciendo? ¿Cómo puedes ser tan descuidado? Has roto un adorno en un día tan auspicioso, ¿no sabes que se considera un mal augurio? —regañó furiosa la Tía Wang al trabajador que habían contratado por el día.
La trabajadora inmediatamente se arrodilló, tenía mucho cuidado de no tocar nada que fuera precioso y caro, pero fue un poco descuidada mientras movía una mesa. Estaba tan enfocada en no dejar caer la pesada mesa que no prestó atención a su entorno y, mientras otro trabajador pasaba corriendo junto a ella, fue empujada contra la mesa y el adorno de vidrio cayó. Ella también sabía que romper algo en un día auspicioso se consideraba un mal augurio. ¡Pero ahora no era su culpa! Sin embargo, no había nada que pudiera hacer, todos los trabajadores estaban ocupados y apresurados, no era que el trabajador que pasó corriendo junto a ella lo hiciera a propósito. Así que, solo pudo postrarse y suplicar por misericordia.
