—Sí, esta mujer llamada Yang Zilin no solo odiaba a Yu Dong, sino que también odiaba a Qiu Bai. ¡Por qué ese idiota tritón no le dijo que Yu Dong era tan maldita perra! Mañana, mañana definitivamente denunciará a Yu Dong por atacarla y tampoco dejará que la familia Yu lo tenga fácil.
Yang Zilin tampoco era una mujer fácil de tratar, era la hija de uno de los aldeanos más ricos y también tenía conexiones con la gente del Yamen.
—¿Cómo no podía entender Yu Dong algo tan simple? Sabía que Yang Zilin era una mujer de muchos contactos, si la dejaba ir tan fácilmente entonces esta mujer podría causarle problemas más tarde —se burló fríamente—. Mejor ni pienses en llamar al Yamen contra mí, no porque tenga miedo sino... por si acaso escapara de sus garras, entonces mientras no puedas matarme, volveré y mataré a cada aldeano de este pueblo. ¡No solo te encontraré y te despedazaré, sino que haré lo mismo con tu familia!