—No leas si no te gusta que las mujeres sean las dominantes —dijo ella.
Yu Dong notó el miedo que pasó por los ojos de Shen Li y sintió un leve retorcijón en su corazón, sin embargo, esa pequeña sacudida se fue tan rápido como llegó. Sabía que él estaba asustado y se sentía vulnerable, pero de eso se trataba todo esto, Shen Li había guardado cosas en su corazón durante años, no las soltaría sin importar lo que ella hiciera, él era —como él dijo, puesto en un pedestal para convertirse en el buen esposo y eso es lo que había sido toda su vida. Un buen esposo no se queja, y soporta todo lo que su esposa le hace pasar sin emitir sonido alguno, eso es lo que significa ser un buen esposo en este mundo —¿y es eso lo que ella quería? No, ella quería que él se mostrara tal como es, quería hacerle ver que seguirá deseándolo sin importar qué.
No importaba si podía dar a luz o no.
No importaba si era un buen esposo o no.