Lang siempre había sido racional y tranquila, era de esas personas que rara vez perdían los estribos, pero como todos, tenía un límite y ese límite no era otro que su familia. Ella cuidaba a su esposo que se casó con ella cuando no tenía nada y la cuidó cuando su familia la echó de la casa, ella lo trataba bien así que naturalmente, trataba a su hija y a su hijo igual de bien que a su esposo.
Aunque su hijo era un tritón y podría no traer beneficios a los ojos de los demás, para Lang él era su amado hijo. Como su familia no trataba bien a Lang Hui, lo envió a la casa de su abuela, en ese entonces sus suegros eran pobres y necesitaban dinero, así que les prometió cien centavos cada mes a cambio de cuidar de su Xiao Hui. En aquel tiempo cuando su hijo se quedaba en casa de su abuela, era el primero en salir corriendo de la casa cuando escuchaba su voz pero hoy, incluso después de oír sus gritos, Lang Hui no estaba por ningún lado.