Fang Chi sentía que estaba en algún tipo de sueño, desde que su madre falleció y toda la fortuna que su madre había hecho como comerciante fue arrebatada por sus parientes, nunca tuvo la oportunidad de mantenerse erguido en una tienda elegante con tantos empleados rodeándolo como si fuera un verdadero joven maestro. Ahora, que estaba rodeado por un grupo de tritones que trabajaban el doble para complacerlo pidiéndole que mirara esta ropa y aquella, Fang Chi ya no podía diferenciar entre la realidad y un sueño, simplemente miraba a Yu Dong que lo observaba divertida.