—Hermano Liu... Realmente quiero ir a la Ciudad Prefectural. Es bueno ganar experiencia y conocimiento, ¿verdad? —Chen Mi hizo lo posible para convencer a su hermano Liu usando todos los trucos que conocía. Aunque rara vez se comportaba como un niño malcriado, sus dos hermanos mayores nunca podían resistir el impacto cada vez que él actuaba caprichosamente.
Como era de esperar, el corazón de Ye Liu se ablandó y finalmente accedió, —Está bien, es bueno tener un carruaje de mulas en casa. Después de todo, tendremos que hacer más viajes al pueblo en el futuro, ya que el espacio de Yu Dong es realmente bueno. Deberíamos cosechar más verduras verdes, cazar más carne y guardarlas allí. Si vendemos carne y verduras frescas en invierno, podríamos ganar más dinero. En cuanto a ir a la Ciudad Prefectural, está bien, supongo. Ya que todos tenemos el plan de mudarnos de la aldea en el futuro, deberíamos buscar un buen lugar donde establecernos.
