—Aunque no podamos hacer negocios con Taixi, podemos encontrar una manera de construir una buena relación con la gente de Taixi. Mamá, ¿no tenemos conexiones en el departamento de I+D? Cuando llegue el momento, colaboraremos desde dentro y dejaremos que la Vieja Señora sepa de la existencia de Taixi para que pueda centrar su atención en nosotros de nuevo —dijo Ye Zhenzhen—. Cuando ese momento llegue, no actuemos como solíamos hacerlo. Deberíamos hablar sobre términos y beneficios. Para esa anciana, las relaciones no valen nada.
—Está bien —Ye Weiyin asintió con fuerza—. Cuando sea necesario, pediremos ayuda a Lin Wanli.
Los dos siempre habían pensado que Lin Wanli simplemente los estaba dejando ir. Pero de hecho, ya estaban en el juego de Lin Wanli.
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