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Por la tarde, Lin Wanli recibió una llamada de Ye Weiyin, pidiéndole su dirección actual para enviarle un vestido para el banquete.
Por supuesto, Lin Wanli no podía decirle a Ye Weiyin la dirección de la Cumbre Yujing, así que le pidió que enviara el vestido al edificio de oficinas del Grupo Yue y se lo entregara a Lin Xueyi.
Tal vez temía que Lin Wanli no lo usara, por lo que Ye Weiyin enfatizó repetidamente —Wanli, esto es una pequeña muestra de agradecimiento de tu abuela. Sabe que te ha decepcionado durante mucho tiempo, así que se esforzó mucho en encontrar este vestido para ti. No debes decepcionarla.
—Veré qué puedo hacer —respondió Lin Wanli.
Ye Weiyin temía que Lin Wanli sospechara, así que no se atrevió a decir más. Solo le recordó que mañana era una ocasión muy importante y esperaba que ella, como anfitriona, pudiera llegar temprano para atender a los invitados.
—Creo que deberías ocuparte primero de Ye Zhenzhen —dijo Lin Wanli tras colgar.
