—Mamá, no es que quiera decepcionarte, pero sabes que es Huo Jiuxiao. Él no puede fingir ser obediente y filial. Después de todo, su padre biológico lo forzó a estar en este estado. No quiero que él se fuerce a entender el parentesco por mí. ¿Entiendes?
—Sé que estás preocupada por mí, pero este es mi matrimonio. No quiero que te sientas molesta después de conocerlo, y no quiero que él sea fácilmente definido por ti.
—¿Me estás menospreciando? —Lin Xueyi no estaba enfadada—. En mi corazón, solo con salvar a mi hija y proteger a mi nieta es suficiente para estar agradecida el resto de mi vida. Además, no tengo que entrometerme. Puedo simplemente mirar desde lejos.
Me temo que no funcionará sin importar cuán lejos esté...
Lin Wanli se quedó un poco sin palabras.
Ella no sabía cómo el 'poder divino' del Maestro Xiao había surgido. Él era un lector de cartas en vivo.
—Está bien, lo organizaré.
...
A las once de la mañana, en la sala de conferencias de la familia Lin.
