—Bajó los escalones hacia el sótano. Estaba oscuro. Miró hacia atrás por si veía a alguien pasar. Una ráfaga en el aire. Se volvió hacia la puerta del sótano. La luz está en el centro de la habitación. Empujó la puerta hasta dejarla entreabierta.
Los asientos vacíos estaban volcados sobre la mesa. Quería irse cuando vio un charco de sangre en los azulejos en el extremo izquierdo de la habitación. Percibió la presencia de un cuerpo podrido. Estaba en el lugar donde estaba. La habitación era blanca, espaciosa y vacía.
Se dirigió al extremo derecho de la habitación donde sintió fuertemente el aroma. Procedió a tocar las paredes resplandecientes. Sintió una capa suave y sedosa. Parecía colgada en la pared. La tomó para mirar la textura interna de la vestimenta por alguna razón.
El nombre estaba etiquetado —Ofelia. Se estremeció con la capa en su mano. Una alfombra cubierta cayó junto a él. Estaba camuflada en blanco.