Habían pasado dos largas semanas. Los días eran inquietos en el Condominio. Xander ya no aparecía. Sus mensajeros de confianza; Manny y Joni se turnaban para visitarla en la primera semana. El último día, Joni hizo su última entrega de suministros para la próxima semana.
***HACE UNA SEMANA***
Dejó una caja de comestibles en la cocina y la notó acurrucada en un rincón.
—Definitivamente tienes el hábito de asustarme —se acercó a ella.
—Bien podrías llamarme el espeluznante diurno —cubrió sus mejillas con las manos.
Ella se agachó en el suelo de la cocina. Joni se sentó junto a ella.
—¿Qué te pasa? —jugaba con las cuentas en su dedo y la miraba fijamente.
—Te lo diré... Si me dices por qué usas un gorro —ella sonrió—. Como que es el mismo gorro gris siempre —se rió suavemente mientras tiraba ligeramente del gorro en su cabeza.
—Realmente no es gran historia —Joni se recostó en la pared y crujía sus nudillos—. Mi hermano menor—él eh... tenía cáncer —Joni se frotó los ojos.