Xander empujó a Faye contra los barandales.
—¿Qué te pasa, Faye? —Hizo una mueca.
Miró hacia abajo desde el balcón. Catherine estaba entrando.
Escuchó sus pasos rápidos hacia la puerta. Ella cerró la puerta de un portazo.
Faye se lamió los labios y se levantó —Ya no va a confiar en ti —dijo.
—Cállate —él espetó.
Ella se acercó a él y le dijo en la cara —No actúes como si no me desearas.
Él sopló en su cara —No eres nada especial para mí, Faye.
Ella gruñó. No consiguió provocar la intrusión negativa que pretendía.
Xander la dejó en el balcón.
Ella lo siguió detrás. Él salió por la puerta y ella también.
Se apoyó en la puerta cerrada —¿Cuánto tardará en darse cuenta?
—¿Darse cuenta de qué? —él preguntó con fuerza.
—Debe matar —Faye gruñó—. No puede con ello. Es débil.
Xander se burló —No sabes nada, Faye.
Faye mantuvo una vigilancia cercana cuando Xander bajó las escaleras. Abrió la puerta del cuarto de invitados donde encontró a Catherine.