Xander había contagiado algo de valentía a Catherine. Ella temblaba al principio, pero poco a poco recuperó la confianza cuando Xander le sostuvo la mano. Ella miró a Faye directamente a los ojos.
—¡Patética humana! —Faye le espetó a Catherine.
Xander se puso en su camino, pero Catherine podía defenderse por sí misma.
—¡Sucia mestiza! —Catherine le respondió con dureza.
Faye estaba abrumada con una sorpresa. Retrocedió con ira en sus ojos.
—¿Crees que eres feliz? Disfrútalo mientras dura —Faye se burló.
Ella se alejó corriendo de sus aposentos.
—Qué grosera —dijo Catherine—. Simplemente irrumpió en nuestra habitación así.
Xander sonrió y atrajo a Catherine hacia sí.
—Has dicho NUESTRA habitación —él hizo un puchero para plantarle un beso en la frente.
Este no era momento para tener un momento tierno. Por poco enamoradizo que fuera, era un momento para ser venerado.
—Pero en serio, ¿esperas que todo vaya a estar bien? —Ella preguntó con preocupación.
