Eran casi las 10:00 am y Liam seguía en la cama, sin ganas de moverse ni un centímetro y sin estar listo para empezar su día.
Por tercera vez desde que empezó el día, Nathaniel entró en la habitación para ver cómo estaba Liam.
—La reunión comienza en casi una hora. Todavía no te has preparado. ¿Has revisado siquiera los detalles de la reunión? Quiero decir, todos los presentes estarán listos para escuchar los planes que tienes en mente —dijo Nathaniel con voz persuasiva, esperando que Liam escuchara y se levantara de la cama.
Liam permaneció inmóvil en el lugar. Ni respondió, ni actuó como si su sirviente acabase de mencionarle algo.
Nathaniel suspiró frustrado y salió de la habitación.
Después de otros diez minutos, Liam finalmente se levantó de la cama y se dirigió a bañarse. Pasó mucho tiempo en la bañera, rebuscando en su mente y esperando que Alyssa apareciera con una amplia sonrisa en su rostro.