Se habían metido en una esquina para prevenir que los guardias los vieran a ambos. Sin embargo, algo todavía persistía y ella aún esperaba una respuesta de él.
Alyssa tragó fuertemente cuando miró a Liam y se dio cuenta de que él no hacía ningún esfuerzo por responderle.
Sus ojos todavía recorrían el jardín, para asegurarse de que ya no había ningún guardia alrededor.
—El guardia se ha ido —anunció Alyssa, incluso si sabía que Liam era consciente de ese hecho.
—¡Ohh! —Liam musitó y soltó una risa forzada para ocultar su ansiedad.
Su corazón latía fuera de su pecho y su cabeza retumbaba con diferentes pensamientos. No estaba soñando, tampoco era una alucinación.
Alyssa le había dicho que lo ama y los sentimientos crecían día a día...
Él la miró de nuevo y se dio cuenta de que ella estaba esperando una respuesta, pero él no sabía qué decir o expresar.
