—¿Debería también investigar a todos sus asistentes? Si ella estuviera expuesta a peligro, tendría que responder ante Su Majestad.
—Gracias, Alwin. Si haces eso, mis problemas estarían resueltos si tú eres quien descubre lo que está sucediendo en Safiro y Prudencia y se lo reportas a Fernando.
—Supongo que primero tengo que advertirle.
—O no. Supongo que realmente tengo que ir. También sería mejor si veo por mí mismo qué está sucediendo, así entendería de dónde vienen Nadia y Odette.
—Su Majestad, no le estoy diciendo que desconfíe de todos —dijo—. Pero las personas no siempre dicen lo que piensan. Podría estar en riesgo si cree todo lo que dicen. Por favor, tenga cuidado y piense sabiamente en quién confía.
Sí, eso era verdad. Lo aprendió de la manera difícil en su vida pasada. Pero esta vez, podía oír y ver los pensamientos de las personas. Podía entenderlos mejor y sabía en quién podía y no podía confiar.