Lin Chen, quien una vez más cortaba leña con una expresión abatida, no tenía idea de que su hermano menor acababa de hacer un avance en su tartamudeo. En cambio, Lin Chen lanzaba miradas furtivas a su hermano mayor, quien estaba trabajando en las cajas de madera que Su Wan le había pedido que hiciera. Originalmente, Lin Chen nunca pensó en esforzarse y solo quería dejarse llevar y actuar como un pez salado. Entre sus hermanos, él era el que menos expectativas tenía de la vida, ya que había visto días mucho más difíciles, para Lin Chen siempre pensó que mientras tuviera dos comidas al día y ropa para vestir con un techo sobre su cabeza, sería feliz.