—Su Wan ya no podía mirar a Lin Yu a los ojos; de hecho, sentía que sus traviesos pensamientos podrían ensuciar al puro y pequeño conejo que tenía frente a ella, ¿cómo podría hacerlo? Lin Yu era un precioso pequeño bebé y ¿ella realmente había tenido un sueño húmedo con él? ¡Qué tan cachonda estaba!
—Aunque Lin Yu se sintió un poco culpable cuando Su Wan lo miró como si le hubiera hecho un gran daño personal, no podía admitir que en efecto hizo lo que ella pensaba que él había hecho con ella en su sueño, así que solo pudo poner una expresión aún más lastimera y parpadear sus ojos con tristeza —Wa...wan, Wa...wan, ¿te he he...hecho enojar? ¿He he...hecho algo mal?
—Su Wan, que fue atacada por la más inocente expresión tan temprano en la mañana, sintió múltiples flechas clavándose en su espalda. ¡Era una bestia, un ser humano horrible - ah! ¿Cómo puede tener un sueño húmedo y corromper a un ángel?
