—De acuerdo, iré primero —Su Wan no quería desperdiciar ni un segundo más en reconciliarse con Lin Rui, así que no insistió en el proceso de tú primero, no, tú primero, en cambio tomó una respiración honda y luego con la cara sonrojada dijo:
— L... lo siento, por anoche. No debería haberme enojado contigo, ni siquiera fue tu culpa... Estaba solo un poco enfadada... Yo... no me gusta ver a otra mujer a tu alrededor.
Una vez que terminó de confesar, su cara se sonrojó aún más, tanto que parecía una adorable langosta cocida. No queriendo que Lin Rui viera tal apariencia suya, Su Wan soltó sus manos y se cubrió la cara con sus manos.
Al ver su aspecto sonrojado, Lin Rui la encontró aún más encantadora. Se rió entre dientes, su risa profunda y suave resonaba por el patio.
—No te rías —dijo Su Wan enojadamente poniendo morritos mientras lo espiaba a través del hueco de sus dedos.
Eso solo hizo que él se riera aún más.