—Rika, dejaste a Emily sin palabras después de lo que le hiciste. ¿No tienes algo que decirle?
Ojos cansados pero hambrientos miraban la cara de Emily, y los ojos llenos de lágrimas de Rika se encontraron con los de ella.
—Emily, ¡por favor, ayúdame! ¡El celo duele! Quiero que lo hagas desaparecer. ¡Por favor! Mi coño te quiere.
No había ni un atisbo de vergüenza en la cara de Rika cuando miró a Emily. Solo había anhelo y afecto mezclados con excitación.
Rika le rogaba a Emily por todo lo que tenía, haciéndola morderse el labio con agitación.
—¡Oh! ¿No quieres ayudar a Rika, Emily? Es una pena que Emil no quiera follarte, Rika. Pero no te preocupes. ¡Yo te follaré en su lugar, de acuerdo?
Damian era un imbécil, pero parecía haber recuperado el control de sí mismo por el momento.
Rika, por otro lado, todavía parecía ida. Su boca estaba abierta y estaba baboseando. ¡Miraba a Emily con una cara de súplica que no podía negar!