Rika sintió que su corazón se calmaba al ver que el anciano se marchaba. Ni siquiera sabía lo incómoda que se sentía en su presencia. Solo estar cerca de él le causaba dolor de cabeza.
—Estoy tan aliviada de que esto haya terminado. Zhu Li, ¿estás bien? Tu tío, él... —Rika se dirigió primero a Zhu Li, y eso fue un error que no esperaba.
Debería haberse dirigido primero a Damian, ya que él parecía estar al borde de su asiento. Pero Rika no se dio cuenta de lo cerca que estaba Damian de estallar.
Solo se dio cuenta de que algo andaba mal cuando Damian le agarró la mano y la sacó afuera.
No le dio tiempo a nadie de reaccionar antes de salir por la puerta con el brazo de Rika firmemente sujetado a su muñeca.
—Damian, ¿estás bien? ¿Pasó algo? ¿Dónde me estás llevando? ¡Oye! Necesito volver y aclarar las cosas. Shuu también está allí, y yo... —El alfa mayor finalmente soltó la muñeca de Rika, pero la levantó y la echó sobre su hombro.