—Ahora que hemos resuelto esta situación, debería irme. Necesito prepararme para... Damian, ¿qué estás haciendo? —Rika también había decidido volver a casa, solo para que Damian la agarrara del hombro y la atrajera hacia un gran abrazo. Parecía no tener intención alguna de dejarla ir.
Aquellos que observaban la escena parecían hacerlo mientras miraban hacia otro lado. Nadie quería ser testigo de un affair teniendo lugar justo frente a sus ojos.
—No quiero que me dejes. Quédate aquí un poco más. Tu presencia me calma —Damian admitió, casi quedándose medio dormido mientras sostenía a Rika. Su posición hizo imposible que Rika se moviera.
El alfa mayor tenía sus brazos rodeando la cintura de Rika mientras su cabeza descansaba en su omóplato.
Ella podía sentir cada exhalación de él golpeando la nuca de su cuello, enviando escalofríos por la espina dorsal de Rika al sentir ese toque familiar.