Dawn había tenido una buena vida desde que había nacido.
Proveniente de una familia beta de clase media, la presentación de Dawn como omega fue una completa sorpresa. Su familia, en respuesta, la trataba como a una princesa.
Era una chica hermosa que su familia y amigos amaban. Incluso le pedían salir con bastante frecuencia por su belleza y por ser una omega.
Se podía decir con seguridad que Dawn nunca había enfrentado ningún contratiempo.
Su ingreso a esta pandilla no fue diferente.
Un día, Dawn estaba caminando cuando tuvo problemas con algunos miembros de una pandilla que la estaban acosando.
Fue entonces cuando sus actuales camaradas la salvaron, y Dawn se unió a ellos en su territorio.
Dawn no podía creer en su suerte al ver cuán rápidamente esta gente se volvió protectora de ella. No parecía natural, pero Dawn nunca lo cuestionó.