Cada embestida se sentía como placer fundido y tortura al mismo tiempo. Rika no podía respirar correctamente cuando sentía esa polla rozando su punto de placer.
Pronto, se volvió demasiado para manejar, y Rika exhaló una última vez antes de sentir a su alfa bloquear profundamente dentro de ella y mantener a Rika en la misma posición.
Desde afuera, parecía que Rika estaba sentada en el regazo de Emily, pero la realidad era diferente.
Incluso los momentos más pequeños hacían que Emily rozara el punto de placer de Rika, y eso hizo que la omega femenina inclinara su cabeza hacia atrás y arqueara para buscar más placer.
A la alfa le costó también bajar de su alto giro de placer, y Rika tardó aún más en recuperar sus sentidos.
Ambas tomaron respiraciones profundas mientras esperaban que el nudo de Emily se deshinchara y las liberara.
