Rika se dirigió hacia la recepción para registrar su entrada, pero se sentía nerviosa. Sus sentidos estaban en máxima alerta, y Rika no podía calmarse. ¡Algo iba a salir mal! Estaba segura de ello.
Entregó su identificación para que la comprobaran, y su corazón se saltó un latido cuando la luz se volvió verde. Rika ha sido aprobada y registrada para la asistencia de hoy.
Pero eso no hizo que la molesta sensación en su interior desapareciera. Si algo, se volvió aún peor, y Rika se encontró mordiéndose las uñas con irritación.
Sabía que necesitaba parar, que era poco saludable, pero a Rika no le importaba. Así de molesta estaba por sus sentimientos.
Rika tomó silenciosamente su mesa de trabajo y obligó a su cuerpo a relajarse. De lo contrario, temía que no podría hacer ningún trabajo.
Cuando Rika estaba segura de que se había calmado, alguien le golpeó la espalda para llamar su atención.