—S-Suéltame. Te diré todo lo que necesitas saber. Solo déjame respirar tranquilo un minuto aquí. ¡Mierda! ¿Qué pasa con esta fuerza inhumana? —Zhu Li arañó la mano que sostenía su garganta, y finalmente funcionó. La presión se alivió lo suficiente como para poder hablar, pero no para poder liberarse de su agarre. Estaba bloqueado donde estaba.
Este alfa no era solo cualquier adversario. Era un asesino entrenado experto en interrogatorios. Si se reducía a una lucha, Zhu Li sabía que se enfrentaba a un formidable oponente con solo un 10% de posibilidades de ganar.
Pero incluso si tenía que caer, quería hacerlo luchando. Esa era la clase de hombre que era.
Su orgullo como alfa no le permitiría conformarse con menos que una victoria contra su oponente.
El otro alfa le dio a Zhu Li un poco de margen, que él usó para agarrar un punto de apoyo antes de atacar al otro alfa por su lado vulnerable.
Su patada conectó con impacto, y esperaba ser lanzado lejos con fuerza.