Rika chocó de espaldas contra la pared detrás de ella, y el impacto le sacó el aire. Su cuerpo dolía, y se sentía frustrada por la forma en que estos alfas estaban manejando su cuerpo.
—¡Mierda! Eso duele. Shuu, ¿estás bien?
El primer instinto de Rika fue verificar cómo estaba su cachorro. Pero Shuu no parecía tan afectado por la colisión como Rika.
Su secuestrador en potencia decidió que no le gustaba la actitud de Rika. Quería que ella tuviera miedo de ser secuestrada y sometida.
Pero lamentablemente para él, esto no era algo nuevo para Rika.
—Entonces, ¿qué quieres de mí? ¿Es dinero? ¿Conexiones? Lamento decirlo, pero estás perdiendo tu tiempo y esfuerzo persiguiéndome de esta manera.
Rika era sincera cuando dijo esas palabras. Pero el alfa al que se lo dijo no apreció sus esfuerzos por decir la verdad.