Daniel tenía una mirada preocupada y molesta en su rostro. Gritaba que sabía lo que estaba pasando en el pueblo, pero no tenía la intención de contarle a Rika qué estaba pasando.
—Lo siento, niña, pero no sé qué está pasando. Rocxx nos pidió que estuviéramos en máxima alerta y protegiéramos el territorio. Solo quería hacerte saber que tú tampoco necesitas saber más que esto. No querrás meterte en problemas, ¿verdad? —Rika suspiró ante la aparente trampa lanzada frente a ella.
Pero necesitaba ser más estúpida para ignorar la advertencia con la que se estaba encontrando.
Al final, solo pudo suspirar y decidió dejar ganar a Daniel esta vez. No tenía sentido preguntarle nada cuando Rocxx le había sellado los labios.
Él no diría nada, sin importar lo que Rika hiciera para hacerlo hablar.
—Ya veo. Vamos a abrir nuestra tienda como se debe hoy. Ah, también necesito decirte algo. ¿Recuerdas a esa omega que vino aquí y armó un escándalo el día que vinieron mis amigos? Ahora está muerta.
