—Shh, no grites ahora. No estoy aquí para hacerte daño —el alfa sonaba tranquilo mientras atraía a Rika hacia él. Pero ella podía decir que este alfa era problemático. Estaba planeando hacer algo que la involucraba. Por eso Rika intentó rápidamente liberarse de su agarre.
Pero ese estúpido y terco alfa seguía aferrándose a ella y no la soltaba.
—Oye, no te despegues de mí con tanta ansia. Quiero ser tu amigo y saber por qué finges ser una beta en nuestra uni. ¿No dejar que todos sepan que eres una omega aumentará tu valor...? —Rika no podía liberarse naturalmente, así que hizo lo único que pudo.
Pisoteó con fuerza al hombre que la sostenía. Sus zapatos eran planos pero tenían una suela dura y puntiaguda para mejor agarre.
Debe haber dolido como una perra porque el alfa soltó un grito sorprendido, y eso le dio a Rika justo el tiempo suficiente para correr.
Solo después de correr Rika se dio cuenta de su error. Había iniciado una persecución frente a un alfa.