El cerebro de Rika no estaba preparado para aceptar 'no' y 'no' como palabras en su vocabulario. No comprendía lo que significaban en su estado actual.
Todo lo que sabía era que su cuerpo se sentía incómodo y caliente, y necesitaba hacer algo al respecto antes de que doliera aún más.
Las cosas eran diferentes para su víctima, Emily, quien estaba en su sano juicio por el momento.
Pero cuanto más se insinuaba Rika, más rápido perdía Emily su compostura. Su polla estaba dura y llorando una vez más mientras Rika la provocaba con su mano suave y sus muslos lisos.
—Alfa, quiero que estés dentro de mí profundamente. ¡Me pica! Por favor, dámelo.
Emily se mordió el labio mientras se contenía de follar a Rika allí mismo. Sabía que Rika no estaba en su sano juicio en ese momento.
—Dami, ¿cuándo volverás a casa? No creo poder soportar esta tortura más tiempo.