Rika llegó a casa en un estado de asombro impactado.
Las palabras de confesión que escuchó de la pareja alfa continuaban nadando en su cabeza, y no dejaban a Rika sola ni un segundo.
—¿Eh? ¿Qué es este sentimiento extraño que tengo? Debería estar más que feliz de que las personas que me gustan me confesaran su amor. Entonces, ¿por qué siento este particular sentimiento de condena en mi corazón? Esta situación... simplemente no parece real.
Rika finalmente abordó lo que sentía mientras se agarraba el corazón.
Una vez que abordó su problema, Rika reconoció de inmediato lo que le estaba sucediendo: se sentía nerviosa y asustada.
La felicidad que brotaba en su corazón era demasiado para que Rika pudiera manejarla. Por experiencia personal, sabía que estos momentos felices a menudo duraban poco.
Tal vez por eso Rika no aprovechó la oportunidad de salir con las personas que más le gustaban en el mundo y, en cambio, eligió huir de esta manera.