Un cuerpo pequeño, ojos enormes y una boca húmeda abierta y jadeante frente a ella. Rika parecía como si hubiera salido de los sueños húmedos de Emily, y Emily sintió que su cuerpo reaccionaba antes que su mente.
Emily agarró la cabeza de Rika casi con delicadeza antes de obligarla a mirar la dureza que estaba goteando frente a su cara.
—Rika, ¿me la chuparás? ¿Puedes hacerme venir? —Emily se mostraba casi vacilante al pedirle esto a Rika, pero Rika sorprendió a Emily al no dudar ni un instante y devorar su polla en su interior.
Ver esa enorme carne desapareciendo dentro de la boca diminuta de Rika era un milagro.
La lógica decía que no había manera de que Rika pudiera meterla toda en su boquita. Pero el cuerpo de una omega estaba hecho para acoger a los alfa, y la garganta de Rika se relajaba a medida que Emily forzaba más y más su polla dentro de ella.