Mark estaba distraído. Este era el momento perfecto para que Rika contestara la llamada y la terminara.
—Rika, ¿dónde estás? Fuimos a buscar a Charon por un minuto y desapareciste de tu asiento. ¡Apúrate! Necesitamos regresar a casa.
Fey sonaba frenética, pero su voz era baja. No quería que Charon se preocupara por Rika o su salud.
Rika sintió un golpe de culpa por la preocupación de Fey, pero también sabía que el control de Mark sobre ella era absoluto. No había manera de que él le permitiera irse tan rápido.
—Fey, ustedes regresen sin mí. Creo que me quedaré en casa de mi amiga, que está cerca, y desde allí iré a la escuela. Dile a Flourite que alimente a Shuu y lo saque a su rutina diaria. ¡Adiós! Hablaré contigo más tarde.
Las palabras de Rika salieron apresuradas, asegurándose de que la persona al otro lado solo captara la mitad de lo que dijo.
Pero Rika sintió que Fey entendería lo que dijo al cortar esta llamada.