Todas las cosas buenas deben terminar, y el arreglo de Rika con sus amigos no fue diferente.
Los quince minutos que Rika pasó acurrucada con sus amigos se sintieron como una eternidad, pero no fueron suficientemente largos.
Su cuerpo e instintos ansiaban más, pero su lado racional corría contra el tiempo, advirtiéndole que se retirara antes de que la situación se intensificara.
—Creo... que ya estoy bien. Debería salir y ver cómo está Charon. También debo volver y dormir ya que las clases comienzan mañana.
Rika encontró una excusa para alejarse del lado de Emily y Damian.
Sus brazos permanecieron alrededor de Rika unos segundos más de lo que ella anticipó, encendiendo una chispa de esperanza por más.
—¡Está bien! Entendemos. Adelante, Rika. Te seguiremos en un segundo.
Emily aseguró a Rika mientras se recostaba en el pecho de Damian. Su respiración se sentía trabajosa, y había un rubor antinatural en su rostro.