La sonrisa de Emily parecía aterradora. Rika sintió que cualquier cosa que dijera sería sacada de contexto.
Así que decidió quedarse callada y dejar que Emily sacara sus propias conclusiones.
—¡Ya veo! También podemos jugar a ese juego ya que no quieres discutirlo. No te molestaré para que me digas qué está pasando en tu vida si no quieres.
Emily dijo eso, pero su sonrisa y expresión mostraban reacciones distintas. Hizo que Rika se pusiera nerviosa al estar frente a Emily en su estado actual, sin importar el decirle algo o pedirle ayuda.
Rika miró nerviosamente hacia la puerta, ahora esperando que el médico entrara a la sala y la salvara de esta incomodidad.
Si Emily se hubiera dado cuenta de esto, no habría mostrado ni dicho nada al respecto.
Pero Damian era la verdadera razón del nerviosismo de Rika. Su mirada vacía la miraba directamente a los ojos, haciéndola sentir nerviosa e inquieta. Ella no sabía qué quería pero sabía que Damian intentaba decirle algo.