Emily sonrió en el segundo en que el cuerpo de Rika se relajó, y la omega alcanzó su muñeca, tirando de ella hacia su rostro y frotándola fuertemente.
Era comportamiento típico de una omega buscar el aroma de su alfa; así es como Emily supo que Rika la había aceptado.
La pobre recién convertida en omega no podía tener suficientes feromonas, y no soltaba su muñeca.
—Dami, pareces bastante celoso en tu rincón allí. ¿Estás seguro de que quieres que yo me divierta toda y no quieras nada para ti? —Emily preguntó con voz burlona. Pero sabía que el alfa mayor se estaba reteniendo por ella.
—No me provoques. No te gustará. —Damian advirtió a Emily, y ella entendió la advertencia.
A Rika no le gustó que la atención de Emily estuviera en alguien más que en ella, así que tiró de la mujer hacia su lado. Antes de que Emily se diera cuenta, estaba acostada en la cama, con el cuerpo de Rika acurrucándose más cerca de ella encima.