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—N-no puedo creer que esto esté sucediendo. Emily Steinz es la CEO de una de las empresas más grandes del mundo. Y está reaccionando a mis feromonas. Si continúo con esto, entonces podré vivir una buena vida. M-mi vida está hecha
El omega extendió la mano y tocó al alfa pelirrojo frente a ella.
Incluso el más mínimo contacto hizo que su corazón saltara y su piel se sintiera sudorosa. Estaba nerviosa, y con buena razón.
—Alfa, ¿por qué no entras conmigo? Prometo que te haré pasar un buen rato.
El omega lo prometió, y cuanto más no recibía respuesta, más audaz se volvía.
Estaba segura de que hoy sería capaz de seducir a este alfa adecuadamente.
Los otros empleados se veían nerviosos y envidiosos de su posición. Ellos también querían estar en su lugar y tener la oportunidad de cautivar a la acaudalada CEO.
El omega que había capturado con éxito el favor de Emily estaba en el séptimo cielo.
