La espina dorsal del doctor beta se estremeció con un escalofrío helador, una manifestación física de la abrumadora presión de las feromonas del alfa. Él era consciente de que un movimiento en falso podría destruirlo.
Sin embargo, la preocupación principal del médico era el bienestar del paciente y la seguridad de los que estaban alrededor. Su profesionalismo y dedicación a su deber eran inquebrantables.
—El paciente está bien y en recuperación. Sin embargo, yo no puedo
—¡Escúchame! —Sería mejor que te calmaras. Solo le dije la verdad a mi paciente sobre su condición. Ella debe decidir cómo proceder con su transformación si quiere vivir. Pero la paciente insistió en que no estaba enferma.
—¿Preferirías ver a tu amiga morir? —Porque eso es lo que pasará si sigue por este camino.
Damian colocó al médico en espera de inmediato.