—Princesa —Vae llamó, interrumpiendo los pensamientos de Mauve. Mauve parpadeó al volver a la realidad—. ¿Qué te parece?
Mauve inclinó su cabeza hacia un lado mientras revisaba su reflejo. Vae había atado su cabello en un moño trenzado con flores alrededor del moño—. Hermoso, se ve muy bonito Vae. Aún estaba de mal humor, pero esta vez estaba dirigido hacia otra persona—. Gracias.
El rostro de Vae se iluminó y sonrió—. Eres demasiado amable, princesa. ¿Hay algo más que pueda hacer por ti?
Mauve negó con la cabeza—. Eso es todo. Te llamaré si necesito algo —sonrió débilmente a Vae.
La sirvienta hizo una reverencia antes de dirigirse hacia la puerta y dejar la habitación. Mauve suspiró mientras veía a Vae irse y luego se volvió a mirar su reflejo otra vez. Vio a una joven con una expresión vacía mirándola de vuelta.