—Has fracasado.
La nieve afuera se había derretido, pero el aire dentro del salón se sentía incluso más frío que en el pico del invierno. Era como si un vendaval estuviera azotando sin piedad, desgastando el ingenio de Varion.
—Se enteraron más rápido de lo que pensamos, nosotros
—¡No pongas excusas después de que te presté a mi gente! —el patriarca le lanzó una mirada penetrante—. Es tu pensamiento pretencioso lo que te llevó a tu fracaso.
—...Lo siento —Varion bajó la cabeza; no porque lo sintiera, sino porque estaba molesto de que las cosas no salieran a su manera.
Aun ahora, no tenía idea de cómo Trinity podría descubrir tan rápidamente lo que estaban haciendo. E incluso entonces, no tenía idea de cómo la gente en la oficina nunca dio ninguna señal de alarma. ¿No deberían enviar un mensaje tan pronto como se dieran cuenta de que Trinity estaba irrumpiendo en la oficina?