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Hasta ese día, a Zein todavía no le gustaban las fiestas.
Las multitudes y los ruidos eran algo que él solía evitar, típicamente. Era más difícil protegerse. Pero... ¿necesitaba protegerse en este lugar? Estaría en el complejo de la guilda, rodeado de personas que lo defendían cuando su reputación estaba siendo arrastrada por el suelo. Estaría entre... bueno, amigos.
Y Bassena estaría allí.
Así que, para el regocijo de Han Shin, Zein caminó hacia la fiesta. Antes, en verano, recordaba haber sido bastante cauteloso porque era nuevo y el ambiente todavía le era desconocido. Ahora, mientras caminaba hacia el lugar, se sentía como caminar hacia su pueblo natal; un lugar tan familiar que incluso si terminaba borracho ciego, estaba seguro de que sería capaz de encontrar la salida.
Y a diferencia de la última vez, Bassena podía simplemente seguirlo todo el tiempo porque todos en la guilda sabían que estaban oficialmente en una relación de todos modos.
