Rain estaba sentada en el suelo de su acogedor apartamento, rodeada por Sanya y Clifford. Los tres se habían reunido para una sesión improvisada de bebida, con latas de cerveza y botellas de vino esparcidas alrededor. Sanya había sacado algunos bocadillos, pero la conversación era superficial.
Rain dio un sorbo a su cerveza después de compartir la situación actual con su Tía Melanie. —Necesito sacar a Tía Melanie del control de mi padre. No está segura allí.
Sanya suspiró profundamente, mordisqueando una galleta. —Pero no puedes simplemente entrar y llevártela —señaló.
Rain sabía que Sanya tenía razón. El camino legal era difícil, pero no imposible. Necesitaba probar que su padre no era apto para ser el tutor de Tía Melanie, lo que significaba reunir pruebas de su maltrato y negligencia. Rain tenía algunas pruebas, pero el verdadero desafío estaba en otra parte.