El juicio de Clifford concluyó rápidamente, terminando el mismo día que comenzó. Sintió que finalmente podía respirar adecuadamente cuando el veredicto final fue entregado. Tal como Alejandro había prometido, Clifford evitó la prisión. En su lugar, se le ordenó pagar una multa considerable, que la empresa de Alejandro, a través de Eric, había resuelto discretamente en su nombre.
Tan pronto como terminaron los procedimientos, Clifford se dirigió directamente al hospital. En el momento en que entró en la suite privada de Alejandro, Rain lo recibió con un cálido abrazo.
—¡Estoy tan contenta de que finalmente seas libre! —exclamó, su voz llena de alivio.
—Bueno, espero no haber hecho que la compañía de Xander se arruinara —bromeó Clifford, aunque no pudo ocultar la culpa que sentía por la asombrosa suma que Cosmos Electronics había exigido.