—Aún es temprano. Deberían irse como estaba planeado —gruñó Roca, haciendo un gesto de indiferencia con la mano a William y Sanya, quienes rondaban ansiosos en su habitación—. Váyanse ya. No es como si ya me estuviera muriendo. ¿No les aseguró el Doctor Black que es normal que me desmaye de vez en cuando? Dejen de exagerar y vayan... hagan bebés o algo así.
William frunció el ceño, pero Roca no había terminado —En serio, ¡son recién casados! Disfruten su luna de miel mientras puedan. ¿Cómo se supone que me darán nietos si siguen merodeando a mi alrededor así? Dios santo, entre el equipo médico revoloteando sobre mí y tu Tía Ava negándose a dejarme solo, prácticamente me asfixio aquí —Hizo una mueca en su cara con irritación exagerada.