Dina sonrió satisfecha, observando a Sanya inconsciente en el suelo. Michael había sido lo suficientemente generoso para proporcionarle los hombres que necesitaba para llevar a cabo el secuestro.
No había podido llegar a Rain directamente, pero eso no significaba que no pudiera herir a alguien cercano a ella.
Sanya era un blanco fácil y Dina tenía la intención de hacer que Rain pagara destruyendo primero a su mejor amiga. El pensamiento la llenó de inmensa satisfacción. Tenía ganas de poner a esa arrogante chica en su lugar... alguien que tontamente pensaba que podía estar al nivel de Dina, incluso atreverse a luchar contra ella.
Con una última mirada, sonrió con suficiencia. Rain quedaría devastada una vez que se diera cuenta de lo que le había sucedido a Sanya. Era exactamente lo que quería, una forma de infligir dolor a Rain sin tener que tocarla directamente. Este era su acto final de venganza antes de desaparecer fuera del país.