Rain irradiaba al entrar en su oficina, recibida por una explosión de confeti y globos coloridos. Su equipo vitoreó al unísono:
—¡Feliz cumpleaños, Fiscal Lancaster!
Estaba completamente sorprendida y no pudo evitar reír, encantada por la celebración inesperada.
—Probablemente te preguntarás cómo nos enteramos —Jane bromeó con una sonrisa—. Bueno, además de saber el cumpleaños de todos porque me he propuesto recordar todos los cumpleaños aquí, el señor Lancaster fue especialmente considerado y nos pidió asegurarnos de que tu día fuera especial incluso si insistías en venir a trabajar.
Rain sintió su corazón calentarse, dándose cuenta de cuánto pensamiento había puesto Alejandro en hacer su cumpleaños memorable.
—¿De verdad? —preguntó Rain, con las mejillas teñidas de color mientras su equipo asentía con entusiasmo.