Rain se aseguró de verse lo mejor posible antes de salir de su habitación privada, alisando su atuendo y tomando una respiración profunda. Mientras caminaba hacia el pasillo, vio a Alexander esperándola afuera. Le ofreció una sonrisa tímida a Jane, quien le devolvió un gesto afirmativo y una sonrisa burlona y cómplice.
—Saldré un poco temprano —murmuró, sintiendo un cosquilleo de emoción. La sonrisa de Jane se ensanchó, y Rain se sintió sonrojar ligeramente antes de dirigirse hacia el ascensor.
Mientras caminaba, podía sentir que la gente la notaba, sus susurros flotando a su alrededor.
—¿Es ella? ¿La esposa del magnate?
Los murmullos continuaron, débiles pero inconfundibles. Un orgullo sutil calentó su corazón, trayendo una pequeña sonrisa a sus labios, pero esa alegría momentánea vaciló cuando escuchó un susurro particular dentro del ascensor.
—Probablemente por su apariencia… Pero si yo fuera él, aún elegiría a Carla con su impresionante y poderoso trasfondo.