Alejandro maldijo en voz baja, la ansiedad aumentando al darse cuenta de lo tarde que era. Temía no llegar a tiempo a la fiesta para estar al lado de Rain antes de que terminara. Peor aún, necesitaba explicar esas fotos—imágenes de Carla abrazándolo, con un enlace a un artículo que Rain había enviado. Desde entonces, su teléfono había estado inaccesible, y eso lo carcomía.
—Tranquilo, jefe. Pronto aterrizamos —intentó calmarlo Tirón, pero Alejandro estaba lejos de estar tranquilo.
—¡Maldita sea… asegúrate de que ninguna de esas fotos se filtre! ¡Y no quiero ver más de esos absurdos artículos sin sentido en los medios! —espetó.
Tirón se rascó la cabeza, echando un vistazo a Alejandro. —No hay fotos en línea, jefe. Estoy seguro de que fueron enviadas directamente solo a la señora Lancaster. El artículo ya fue eliminado, y estamos monitoreando por si aparece algo.