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En el Hospital de Doctores Meta
—¡Dime que no es verdad! Tiene que haber un error. ¡Mi padre no puede tener un tumor cerebral! —exigió Alejandro al irrumpir en la oficina del Doctor Lambert.
El Doctor Lambert se mostró sorprendido pero rápidamente comprendió el repentino arrebato de Alejandro. Suspiró profundamente y dijo:
—Lo siento, Xander. No hay error. Los resultados son claros: tu padre tiene glioblastoma, una forma muy agresiva de cáncer cerebral.
Alejandro apretó los puños, sus nudillos tornándose blancos. Miró fijamente al doctor, esperando alguna señal de que esto no estuviera sucediendo, que hubiera una salida. Pero los ojos del Doctor Lambert solo reflejaban la dura verdad.
—La condición de tu padre es grave. Sin tratamiento, le quedan aproximadamente cuatro meses. Con tratamiento continuo, estamos hablando de 12 a 15 meses, pero necesito ser claro: este es un tipo de tumor difícil de tratar.