Mientras estaba de pie en la parte trasera de la sala de conferencias y observaba a Sebastián Haven fingir ser una persona decente. Todo ojos tristes y sonrisas tímidas mientras ganaba a la multitud de reporteros. Emily había querido vomitar en más de una ocasión. Literalmente estaban en una sala llena de gente cuyo trabajo era identificar a un mentiroso y ser capaces de descubrir la verdad. Pero de alguna manera, todos estaban atrapados bajo el hechizo de Sebastián Haven.
Realmente no había justicia en el mundo. Y saber que ella era parcialmente responsable de esto, ya que había sido su idea. Que él compartiera las fotos que había arreglado, Emily se sentía aún peor.